martes, 8 de agosto de 2017

los culpables llevan traje

Aunque la Ciencia y la Humanidad conjuran cierta objetividad que está más allá de la política, su uso es precisamente político, mediando intereses socioeconómicos. Al atribuir la responsabilidad a la Humanidad en general por el calentamiento global a través de términos como "Antropoceno", el discurso actual oculta y oculta las fuerzas sociales que son responsables de acercarnos a la catástrofe. La humanidad en general no causó el forzamiento que está moviendo el sistema de la Tierra más cerca de un cambio cataclísmico, sino un sistema económico específico manejado por un percentil muy pequeño de la población de la Tierra. Este sistema económico es el capitalismo. Al atribuir la culpa y la responsabilidad del sistema terrestre a la humanidad en general, los líderes del mundo moderno evitan culpar a los poderosos y, por tanto, salvaguardar los intereses de la clase capitalista.

La evidencia empírica demuestra que aquellos que se benefician más del capitalismo comparten la porción más grande de la responsabilidad por el calentamiento global. No sólo los países más ricos y poderosos, que son también los mayores beneficiarios del sistema económico actual, tienen las mayores emisiones de CO2 per cápita, pero la huella de carbono se correlaciona positivamente con el ingreso de los hogares. Es absurdo pensar que los más pobres millones de seres humanos, los indígenas de las Américas, las sociedades de cazadores recolectores en África, las personas que viven en las favelas de Río de Janeiro, son los culpables de nuestra situación actual. No sólo estas personas son impotentes bajo las condiciones actuales de acumulación de capital, sino que empíricamente, cada una de ellas deja una huella de carbono mucho más pequeña que los trajeados que actualmente dictan las políticas económicas mundiales en Washington, en el FMI y en Bruselas.

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